Vecina explotó de bronca con dos chicas porque hicieron el “ring raje” en su casa: “¡Basta, estoy trabajando!”

Un juego clásico de niños terminó en gritos y polémica. Mientras varios adolescentes tocaban el timbre de una vecina y salían corriendo, ella salió indignada reclamando que estaba trabajando. El video se viralizó y abrió el debate sobre los límites del juego y la reacción de los adultos frente a estas travesuras.

Argentina10/10/2025PUE!PUE!

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Un momento de juego entre adolescentes se convirtió en un conflicto viral en TikTok. La usuaria Nahir Aguirre compartió un video donde se ve a varios chicos jugando al clásico “ring raje”: tocar el timbre de una casa y salir corriendo. En la grabación, una vecina se acerca a los gritos, visiblemente molesta: “¡Basta, estoy trabajando!”, reclamando que pararan.

El clip generó debate en redes: mientras muchos apoyaron a la mujer por lo incómodo de levantarse sin motivo, otros relativizaron la situación: “¿Quién no jugó a esto de chico?”, comentaron varios usuarios.

Este tipo de travesuras va en retroceso, en parte por la tecnología y la ausencia de timbres físicos, y porque los adolescentes pasan más tiempo frente a pantallas. Sin embargo, la reacción de algunos adultos puede ser desmedida, como lo demuestra un caso ocurrido en Pilar.

El antecedente en Pilar
En agosto de 2024, un hombre salió a la calle en el barrio cerrado Estancias del Pilar con una escopeta y amenazó a un grupo de cuatro adolescentes de 14 años por jugar al “ring raje”. El incidente se dio alrededor de las 22:00 y terminó con el allanamiento de la casa del agresor y su traslado a una dependencia policial.

El episodio quedó registrado en video, donde se ve al hombre increpando incluso a la madre de uno de los chicos, exigiendo que diera nombres y gritando: “Nadie tiene que golpear la puerta de mi casa a esta hora”. La madre relató que hubo confusión porque la seguridad del barrio buscaba a presuntos ladrones y, al ver a los adolescentes, se dio cuenta de que no era un robo.

Tras la denuncia, la Justicia impuso medidas perimetrales y custodia policial para el agresor, dejando en evidencia cómo un juego inocente puede derivar en situaciones peligrosas si la reacción de los adultos es exagerada.

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