Hogar de noche: ahora también reciben a las mascotas de los refugiados

Así lo confirmó el subsecretario de Inclusión Social, Juan Pablo Linares.

“Tenemos nuestras cuchas porque ellos también tienen sus perritos. Son cinco los que vienen siempre. Son los callejeritos, y para que no pasen frío, también los recibimos”, explicó Linares destacando que los animales son parte del vínculo emocional y familiar de muchas personas que se refugian en el hogar.

Además, contó que dentro del equipo que realiza recorridos nocturnos por la ciudad para brindar asistencia a quienes duermen a la intemperie, se sumó personal de Bienestar Animal. “Ayer vacunamos a los que fuimos encontrando y esta noche continuamos con los que llegan al hogar”, detalló.

En cuanto a la capacidad del establecimiento, se sumaron más cuchetas para atender la creciente demanda. “Esto nos da la posibilidad de alojar a más personas. Cada cama está señalizada, y en el ingreso ya se asigna de acuerdo a la necesidad de cada uno. Si alguien necesita tener el baño más cerca, lo tenemos en cuenta”, explicó el funcionario.

El Hogar cuenta con sectores diferenciados para varones, lavadero, patios para socializar y sectores adaptados. Se brinda atención integral: “Se les provee de todo: jabón, shampoo, toallas. Solo ingresan con un cepillo y pasta dental, el resto queda guardado”, agregó.

Sobre el perfil de quienes asisten cada noche, Linares afirmó que el rango de edad es muy amplio. “Tenemos adultos mayores, jóvenes, personas de edad media. Incluso han venido extranjeros, como mochileros o personas de paso. Por una cuestión de humanidad, los recibimos también”, relató.

Además, el Hogar colabora con la revinculación de quienes quedan varados en la ciudad por la pérdida de un empleo o la imposibilidad de continuar viaje. “Hay personas muy pujantes que están tres, cuatro días, encuentran trabajo y se van. Esa es la dinámica del lugar: algunos vienen siempre y otros van rotando”, explicó.

Actualmente, el promedio diario de personas que se alojan es de aproximadamente 50, con una asistencia constante y un equipo que trabaja todos los días para que ninguna persona tenga que enfrentar el frío sin abrigo, ni compañía.