Fiestas electrónicas en Salta: todos quieren show de calidad pero nadie quiere pagar

La guerra contra "La cultura del FREE" en Salta estalló en redes y pone en jaque al público local de las fiestas electrónicas, especialmente en la fecha de Deborah De Luca de Septiembre.

Fiebre29/07/2025Fiebre oficialFiebre oficial
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DEBORAH DE LUCA

La mecha se encendió y esta vez no fue en la pista: fue en redes sociales, donde Humberto —dueño de Teatrino Eventos— lanzó un comunicado explosivo en el que criticó con firmeza a quienes exigen eventos de primer nivel pero no están dispuestos a pagar una entrada. “Todo el mundo pidiendo que vegan artistas de primer nivel y cuando por fin lo conseguimos, piden free a como de lugar. ¡insolito! fue uno de los fragmentos más compartidos del mensaje.

En paralelo, la productora Teatrino Eventos también publicó un descargo pidiendo el apoyo del público para sostener la fecha de Débora de Luca, una DJ internacional que tocará en el Centro de Convenciones de Salta. La producción remarcó el nivel de inversión que implica traer artistas de esa categoría y puso el foco en el eterno problema que atraviesa a gran parte de la escena cultural del país: la cultura del "free", esa vieja costumbre de pedir entradas, accesos VIP o favores sin aportar económicamente.

Un problema estructural: el “free” como costumbre peligrosa


Durante años, el acceso libre fue una herramienta de marketing usada por bares, fiestas y productoras emergentes para atraer público. Pero en lugar de quedar como una estrategia puntual, se transformó en una exigencia constante. Para muchos, si no hay lista, promo, 2x1 o entrada sin cargo, entonces “no vale la pena”.

Esta mentalidad, si bien puede parecer inocente, tiene un impacto directo: boicotea la posibilidad de sostener producciones de primer nivel y relega a Salta a no poder competir con plazas como Córdoba o Buenos Aires.

El costo real de una experiencia de calidad

Traer artistas como Débora De Lucah no es barato. Significa asumir gastos de logística, vuelos, producción técnica, personal, seguridad, sonido profesional, comunicación, y una cadena de trabajo que involucra a decenas de personas. Pretender que eso sea gratuito o “barato” no solo es injusto, es inviable.

Y cuando el público se acostumbra a exigir lo mejor pero pagar lo mínimo (o nada), no solo se afectan los márgenes de las productoras: se pone en juego la continuidad misma del circuito artístico.

Un llamado a la conciencia cultural
No se trata de culpar al público, sino de invitar a una reflexión colectiva: La escena local necesita del compromiso real de quienes la disfrutan. Pagar una entrada no es un castigo, es un acto de apoyo.

Las productoras no piden caridad: piden lo justo. El evento de Débora De Luca, como otros que vendrán, es una oportunidad única para Salta de consolidarse como un polo cultural en el norte. Pero eso solo ocurrirá si quienes asisten entienden que el acceso también implica responsabilidad.

Porque sin público que pague, no hay escena que crezca.

Y no hay artista que vuelva. ¡APOYEMOS LA MOVIDA MANIJAS!

Atte. La Doctora.

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